Sobre una pared blanca y enmarcado en oro, en la Galería Central de Londres de Christie's, está el retrato de un hombre vestido de negro, de estilo puritano. Sin terminar, de rostro sombrío, nos evoca al siglo XIX. Nada más lejos de la realidad: es uno de las primeras obras de arte del mundo pintadas por un algoritmo. Concretamente, el que aparece en la esquina inferior derecha. La firma del autor, a la postre.
El algoritmo en cuestión fue diseñado por Obvious, un colectivo que une el arte con la inteligencia artificial. El nombre de la obra, Retrato de Edmond de Belamy. Forma parte de una colección de once cuadro en total que han sido creados algorítmicamente gracias a las enseñanzas a un ordenador de los tres artistas franceses que forman el colectivo, Hugo Caselles-Dupré, Pierre Fautrel y Gauthier Vernier, los tres de veinticinco años.
Datos de 15.000 cuadros y un factor discriminatorio
Su lema es "la creatividad no es solo para los humanos", y su objetivo, convencer al mundo del arte de tal convicción. La mejor forma de hacerlo, claro, es vendiendo esos cuadros. El primero fue Le Comte de Belamy, que fue comprando por un coleccionista parisino que desembolsó 10.000 euros por él. Por supuesto, también venía firmado por el algoritmo.
Para desarrollar el algoritmo, los tres artistas alimentaron al sistema con datos de 15.000 retratos pintados entre los siglos XIV y XX. También introdujeron en el algoritmo un factor discriminatorio, pensado para distinguir entre obras hechas por un humano y obras hechas por la máquina. El sistema comenzó a generar obras que iban siendo descartadas hasta que fue capaz de engañarse a sí mismo y creer que una creación suya había sido pintada por una persona.
Ahora, el Retrato de Edmond de Belamy pasa a la historia del arte y de la tecnología por ser la primera obra algorítmica del mundo que será subastada a través de la galería Christie's, donde permanece expuesta. Sus creadores esperan lograr otros 10.000 euros por ella.
Esta subasta simboliza la llegada de la inteligencia artificial al mundo del arte, y los desafíos que plantea: ¿Cómo convencer a toda una industria habituada a otros procederes de que esto también es arte? Caselles-Dupré, uno de los fundadores de Obvious, en la presentación de la subasta:
"Esta nueva tecnología nos permite experimentar sobre la noción de creatividad para una máquina, y el paralelismo con el papel del artista en el proceso de creación. Queremos que el espectador se centre en el proceso creativo: un algoritmo normalmente funciona replicando el comportamiento humano, pero aprende usando su propio camino".
La subasta tendrá lugar en octubre, y presumiblemente será un punto de inflexión simbólico para el nuevo camino de la inteligencia artificial en el arte y el debate que plantea. ¿Cuánto necesita un humano intervenir en una obra para que se considere artística? Al menos hay algún precedente optimista.
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